Llego a la peluquería. El pibe que me atiende generalmente a mi y para el cual saqué turno está con una loca que se está haciendo algo en la peluca que larga tufo a basura quemada.
Automaticamente entro a llorar como una marrana y el peluquero me dice, no llores mi vida, o estás cansado? Porque tenés los ojitos rojos.
No pelotudo, (pienso), esa forra que estás quemándole el palo me enferma la nariz porque larga un humo terrible y sube hasta mis ojos hasta hacerme llorar!
No sé, (le digo), puede que haya algo en el ambiente que me haga arder los ojos!
Ah si!, puede ser, le estoy haciendo a Mechi un alisado definitivo que le está quedando estupendo! Porque Mechi tiene rulos por todos lados y se cansó de eso, me entendés? No Mechi?
Mechi me mira por el espejo y haciendo un movimiento de puchero y asentimiento con la cara y la cabeza me dice, perdón, pero estoy cansada de esos rulos!!!
La miro con cara de absolutamente nada y con las últimas fuerzas del día dibujo una cuasisonrisa y le digo. Es verdad, te está quedando lindo!
La realidad es que se veía raro, salía mucho humo, el pelo parecía como peluca de muñeca de trapo baqueteada, pero en cuanto entré y la vi sometida a ese tratamiento violento para el pelo me di cuenta que ese cambio era importante para ella, y la verdad no tenia ganas de cagarle la tarde ignorando esa cara de, cómo me queda? Aunque si hubiese sabido que por culpa de ella me iba a tener que comer una revista completa de Susana Gimenez y una Caras le decía, mirá pendeja, si no hubieses estado boludeando con tu cabeza a mí me estarían atendiendo en este mismo momento, yegua!!!
Mechi, me cagaste la tarde!!!!!
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